Valores

En la educación intercultural del Liceo, se exhorta a que los estudiantes y profesores de diferentes idiomas y culturas se saluden todos los días. El acto de saludar (aisatsu) es el primer paso para abrir el corazón y lograr una relación amistosa, de confianza y honestidad con los demás, pues se realiza con la intención de reconocer la existencia de las personas, así como de transmitirles respeto y agradecimiento por sus labores.

Mottainai  es una palabra que expresa el sentimiento de utilizar todo con cuidado, de manera honesta y sustentable. Su significado es muy amplio ya que abarca el respeto por las cosas materiales y por los valores intangibles como el tiempo y atención de los demás. En el LMJ, hemos creado el Comité Mottainai  para fomentar ese movimiento, realizando actividades como el uso de pañuelos (hankachi) para evitar el desperdicio de papel, la instalación de bebederos, el reciclaje de botellas PET y fomentando el hábito de la puntualidad.

Es normal que en la educación japonesa las alumnas y alumnos se hagan cargo del aseo (souji) de los lugares en donde se encuentran cotidianamente, en vez de contratar personal para este fin. Aunque en el Liceo las actividades de souji se hacen de manera voluntaria, día con día en nuestras aulas se incorpora el hábito de tener en orden las pertenencias antes y después de clases, así como la recolección de basura en el salón. A través de esto, se fomenta la disciplina y el hábito de la limpieza, se cultiva el sentido de responsabilidad, se profundiza la comunicación profesor(a)-estudiante y se trabaja en equipo, lo cual es de suma importancia para el desarrollo humano.

Vivimos en sociedades que integran una gran diversidad de personas con procedencias nacionales, culturales, lingüísticas, y religiosas distintas, y estamos convencidos de que la habilidad para comprender e integrar lo positivo de cada una es un pilar fundamental para la paz mundial. 

Día con día nuestra comunidad comparte su forma de vivir para naturalmente aprender y aprovechar ésta vasta riqueza a través de actividades como el Bunkasai, el Undokai y la oportunidad de viajar a otros contextos para forjar más su desarrollo.

La disciplina es una práctica de aprendizaje constante que se cultiva y se transforma con cada etapa de la vida en el Liceo. Nos ayuda a cumplir obligaciones, hacer planes, atender nuestros compromisos y terminar lo que comenzamos para construir grandes cosas en el futuro.

Hay un dicho en Japón que dice ichigo-ichie (一期一会) que expresa que cada momento de la vida es único e irrepetible, por lo que es necesario darle la importancia que merece. Llegar puntualmente a una cita y dar prioridad al prójimo sobre nosotros mismos también es dar importancia a cada uno de esos momentos de la vida y una muestra de disciplina en sí misma.

Como enseñanza fundamental en la formación del Liceo, en cada grado académico se ejercita la responsabilidad para dar cumplimiento a las tareas, ser cuidadoso al pensar en nuestras decisiones o nuestros actos, aceptar las consecuencias de nuestras palabras y errores, y también ser parte activa del éxito o resolución de problemas de un grupo en nuestra sociedad. Al tratarse del pilar de la autonomía, esta virtud se refuerza con acciones colectivas como en los eventos escolares y las prácticas del mottainai  y el souji. 

“Ser capaz de caminar en los zapatos del otro”, pensar, hablar y actuar afectivamente en consideración de los demás es parte de nuestra cotidianidad formativa. Se necesita honestidad y escucha activa para desarrollar esta fortaleza emocional y reconocer las dificultades de cada persona para llegar a una mejor resolución de problemas, erradicar de nuestro imaginario los prejuicios, y ayudar a moldear la personalidad propia mientras se desarrolla la conciencia de grupo.

Estamos convencidos de que sembrar la semilla de la empatía contribuirá a la estabilidad de la sociedad actual y del futuro.

El Liceo Mexicano Japonés tiene una mascota llamada Daiki (大輝), un pequeño zorro (kitsune) que llegó a México desde Japón después de pasar muchas dificultades que nos enseña la capacidad para adaptarnos positivamente a las situaciones adversas.

Concebido por miembros de la comunidad estudiantil, Daiki representa valores como bondad, generosidad, perseverancia, lealtad, respeto y amistad, así como las emociones positivas que los niños encarnan y que fortalecen el espíritu y la identidad de la familia del Liceo.